EL CEREBRO ADICTO
La
ciencia comenzó a estudiar la conducta adictiva en la década de 1930 se pensaba
que las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían una moralidad
deficiente y carecían de fuerza de voluntad. Si bien, con el paso del tiempo se
sabe que tener una adicción va más allá de moralidad y voluntad, ya que en
diversos estudios han llegado a la conclusión de que las personas no pueden
dejar por si solas su adicción. Una adicción, de cualquier índole, se considera
una enfermedad ya que llegan a modificar
la química, la estructura y el funcionamiento del cerebro.
“La adicción es una enfermedad que progresa
por etapas”, puntualiza en entrevista el doctor Rubén Baler, científico de la
salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA.
En
la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que
brindan. En esta etapa el cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparece
la dependencia. La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un
neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las
sensaciones de placer. Las drogas generan que los niveles de dopamina se eleven
más de lo normal y por lo tanto al pasar el efecto se siente la necesidad de
seguir consumiendo la droga o sustancia y de esta manera el cerebro comienza a
adaptarse a esos altos niveles y es por eso que el individuo utiliza más y más drogas.
En
el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado
síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas,
insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la
muerte. El consumo crónico de drogas deteriora el autocontrol y la capacidad de
tomar decisiones adecuadas.
Para
que se desarrolle una adicción importa lo adictiva que sea la droga, su
disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad, un ejemplo claro es
la nicotina ya que es muy fácil de encontrar y es más tolerada por la sociedad.
Aunque hay que tener en cuenta que hay sustancias que por sí mismas son muy
adictivas.
Todas
las adicciones pueden tener graves consecuencias para la salud y las relaciones
humanas y, por tanto, para el bienestar personal, familiar y social. Este
trastorno afecta varios circuitos cerebrales, sino también los relacionados con
el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de
decisiones.Siendo
adicto se corre también el riesgo de sufrir o infligir a otras personas algún
daño no intencional, o de incurrir en actos de violencia o delitos por
influencia de las drogas o de la abstinencia.
En
conclusión nos podemos dar cuenta que una adicción va más allá de lo que todos
conocemos, como sociedad nos hace falta informarnos más para evitar caer en una
o para ayudar a la gente que ya es adicta a cualquier tipo de sustancia. Hay
que recalcar que difícilmente un adicto podrá salir solo de esto, ya que es una
enfermedad que necesita un tratamiento específico.
Elegí
este tema porque recientemente estuvo en debate del tema de la legalización de la
marihuana y también porque fue interesante entender que no solo las drogas
ilícitas causan adicción, si no también el alcohol y los cigarros que están al
alcance de todos. Es sorprendente todo lo que pueden causar en nuestro cuerpo
este tipo de sustancias y que además entendamos que es una enfermedad.
Escribí
este texto a partir de la definición de adicción y de las entrevistas que
venían en el texto, además de resaltar ciertas partes del mismo. También
agregue mi opinión conforme lo que se está viendo en la actualidad.
